Republic RecordsLa cantante sabe que últimamente la suerte no ha estado de su parte.
El 20 de abril fue un buen día para Ariana Grande.
Ese fue el día en que estrenó el sencillo principal de su cuarto disco de estudio, Sweetener, todavía a unos meses de su lanzamiento. El tema también fue su triunfante retorno a la música después de un difícil año, en el que entre otras cosas vivió el ataque de Manchester que se llevó la vida de 22 de sus fanáticos durante un concierto, además de su separación de Mac Miller, de la que el mundo se enteró solo unas semanas después.
Después de que la canción llegara al público, cosas buenas le pasaron a Grande, incluyendo el primer lugar en las carteleras musicales, un nuevo romance con Pete Davidson y su compromiso en junio.
Tristemente, la tragedia volvió a tocar su puerta con la muerte de Miller por una sobredosis a principios de septiembre. La causa de muerte del rapero de 26 se confirmó como una accidental mezcla de drogas tóxicas. La pérdida golpeó duro a Grande. Ella "quedó muy dolida por la muerte de Mac y se siente muy abrumada con su vida ahora mismo", le dijo previamente una fuente a E! News. "Ariana no se ha dado el suficiente tiempo para estar de luto y sanar, siente que sus emociones están fuera de control".
Un mes después, ella y Davidson cancelaron su compromiso y se separaron. Después de algunos incómodos momentos públicos entre los dos, la cantante estrenó Thank U, Next en un tributo a sus ex, Davidson incluido.
Con otro disco ya en proceso, parece que Grande se apoya en su arte para sanar. Una fuente le dijo previamente a E! News que ese es su "lugar feliz". "Ella quiere ponerle toda su alma y corazón a su música y estar en el estudio la ha ayudado a lidiar con sus emociones", explicó la fuente.
Mientras tanto, ella no ignora la ironía de No Tears Left to Cry.
"¿Se acuerdan cuando yo decía, oigan no tengo más lágrimas que llorar, y el universo me dijo HAAAAAAAA perra eso creías", tuiteó la noche del miércoles.
Sigue respirando, Ariana.