
Hijos y posible boda estuvieron incluidos.
Enrique Iglesias y Anna Kournikova se convirtieron en 2001 en una de las parejas del momento. Su relación pasó a ser una de las más sólidad del espectáculo y hasta superaron el haber grabado un videoclip juntos (ya saben lo que les ha pasado a varias parejas que lo hacen). Hasta hoy en día, el español y la rusa que desempeñan su nuevo rol como padres.
El secreto para lograr estar juntos durante tanto tiempo no parece ser otro que el amor y la admiración. Eso quedó demostrado en las más recientes declaraciones de Iglesias, en la que colmó de halagos a su novia y madre de sus hijos...
"Si tienes hijos, ya sabrás cómo es. Resulta increíble. Y mucha gente me pregunta cómo me las arreglo con dos bebés, porque ya resulta difícil solo con uno, y yo siempre les respondo lo mismo: que no me pregunten a mí, que hablen con su madre. Ella es la superheroína. Por otra parte, yo he tenido gemelos a la primera, así que no conozco la diferencia entre uno o dos", contó a la emisora KTUphoria.
A diferencia de su relación, Anna y Enrique han sido más generosos al momento de compartir momentos personales de sus hijos, Lucy y Nicholas.
Sobre cómo criará a sus hijos: "Es una buena pregunta y aún no lo sé. Ante todo, espero ser un buen padre y saber educarles bien. Siempre que sean buenos chicos, y que estén sanos y disfruten de la vida... eso es lo importante. Pero lo entiendo, cada persona educa a sus hijos de la forma que desee y, sí funciona, genial".
Y ante la gran pregunta que los ha rodeado durante todos estos años: ¿Llegarán al altar?, prefirió no dar detalles.
Pero cuando se le dijo si existió drama entre ellos, indicó...
"Claro que hay drama, créeme. Como en cualquier otra relación, pero he de decir que Anna es una persona maravillosa, que me apoya en lo que hago porque sabe que adoro mi trabajo. Siempre está ahí para mí, al cien por ciento. Mucha gente me pregunta lo mismo, cómo lidiamos con la atención... Yo creo que todas las relaciones son iguales; hay días buenos y malos. Cuando son malos, tratas de superarlos, y cuando llega el momento de los buenos, los disfrutas porque resultan maravillosos".