
Si se retira de la actuación, le iría muy bien como decoradora.
Jennifer Aniston sabe cómo transformar una casa en un hogar.
"Miro alrededor a mi esposo y mis perros y nuestro hogar, y no hay ningún otro lugar en donde me gustaría estar", le dijo a Architectural Digest. La casa a la que se refiere es la mansión que comparte con su esposo Justin Theroux en el área de Bel Air de Los Ángeles. Sin embargo, su acogedor hogar no comenzó así.
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La actriz le describió a la revista cómo era en un principio. "Estéticamente era lo más lejano a lo que yo quería, pero inmediatamente me dio la impresión de que podría funcionar. Es difícil describirlo, pero sentí una conexión".
Así que contrató a un diseñador de interiores y juntos trabajaron para lograr un equilibrio entre lo moderno y lo terrenal, para conseguir un acogedor punto medio. Algo parecido a su estilo personal, "Sexy es importante, pero el confort es esencial", señaló.
Comprada antes de su matrimonio, la casa también le enseñó a Aniston que con algunas cosas hay que ceder.
"Justin definitivamente quiso estar involucrado, así que para mí hubo una pequeña curva de aprendizaje sobre cómo incluir otra voz en el proceso de diseño", le contó Aniston a la revista. "Por ejemplo, descubrí que decir inmediatamente ‘¡No!' a cualquier sugerencia no es la decisión más colaborativa".
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Mientras pasó el tiempo, la casa se convirtió en algo más que una dirección, pues los dos se dieron el sí en esa propiedad, en 2015. Aniston comprobó su sospecha inicial, y cada vez tiene una conexión más fuerte con su espacio.
"Si no fuera actriz, me gustaría ser diseñadora. Amo el proceso", dijo Aniston. "Hay algo acerca de escoger telas y terminados que alimenta mi alma".
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