El último adiós a la monarca británica ha estado preparado desde hace décadas.
La salud de la reina Isabel II ha estado en declive desde hace tiempo, y en los últimos años sus labores reales se han disminuido como resultado de ello.
Este 8 de septiembre, se levantaron las alarmas luego de que el Palacio de Buckimham compartiera un comunicado en el que destacaban que los doctores de la Reina están "preocupados" por la salud de la matriarca de 96 años. Horas después, su muerte fue confirmada.
Esto, por supuesto, hace que muchos se pregunten cómo la realeza enfrentará su partida. Y la respuesta ya es clara, pues el funeral de la reina Isabel II ya tiene un estricto programa a seguir.
"La familia real no deja nada al azar", dijo alguna vez en una entrevista la experta real Victoria Arbiter. Eso incluye el último adiós a la mujer más importante de la Reino Unido y la Commonwealth.
Es casi imposible imaginarse la monarquía británica sin la mujer que ha reinado durante los últimos 70 años, pero el momento llegó, y de acuerdo a un reportaje de The Guardian, ese día y los nueve días que seguirán están planeados desde hace décadas.
Como descifre el escritor Sam Knight, los planes son conocidos por el nombre de "Operación Puente de Londres", e involucra una serie de eventos, desde antes del último aliento de la reina, para asegurar que su muerte, funeral y entierro ocurran sin obstáculos y con mucho honor. En un escenario ideal, el doctor principal de la Reina Isabel II vigilará su salud y publicará un par de comunicados del palacio sobre el declive de su salud.
Una vez que fallezca, el Príncipe Carlos será considerado rey y ocurrirá un efecto dominó en el que el secretario de la reina, contactará a la Primera Ministra Elizabeth Truss. En ese punto, escribe Knight, se enviará la confirmación de su muerte a todos los gobiernos y naciones para las que ha servido de Jefe de Estado o figura de importancia.
Sin importar dónde muera, su cuerpo será trasladado a la Sala del Trono del Palacio de Buckingham, donde empezará una secuencia de diez días, vigilada por Earl Marshal, quien es el 18vo Duque de Norfolk, Edward Fitzalan-Howard. Se levantarán todas las banderas a media hasta, se cancelarán eventos a lo largo del país y las familias reales europeas irán a Buckingham. Mientras tanto, el ataúd con las joyas de la corona será sellado con una "tapa falsa".
El próximo día, se volverán a izar las banderas y el Príncipe Carlos tomará juramento como Rey, antes de comenzar una gira por todo el país. Tres días después, el sarcófago se moverá a Westminster Hall durante una procesión, donde estará cuatro días más.
De acuerdo con un reporte de The Guardian, en el día final del funeral, las joyas reales se quitarán del ataúd y se limpiarán antes del amanecer. A las 11 AM., el ataúd se llevará a las puertas de la Abadía de Westminster y dentro, el Arzobispo encabezará las oraciones. Después de la ceremonia, el ataúd se pondrá en una carroza usada por monarcas previos y se llevará a la capilla de St. George en el Castillo de Windsor. Allí será enterrada la reina.