
La favorita para ganar la categoría de Mejor Actriz en los Oscars se mostró más humana que nunca...
Brie Larson podría ganar un Oscar por su papel en Room, pero eso no implica que ella deje que el éxito la ofusque.
Brie figura en la portada de Elle en su edición de marzo con una mirada que nos deja perplejos. Su éxito en la temporada de premios (incluyendo un Golden Globe y un SAG hasta ahora) le han ganado mucha fama.
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Y su actuación en Room viene seguida de otro gran proyecto: actuará como protagonista en Kong: Skull Island (2017).
Pero lejos está de ser arrogante. Lo que sí es que se mantiene bien acompañada. "Estuvimos Helen Mirren, Cate Blanchett, Saoirse Ronan y yo. Luego llegó Jennifer Lawrence por un rato y Kate Winslet con Carey Mulligan…", contó sobre un fin de semana que antecedió a la temporada de premios, en noviembre. "Un almuerzo juntos y sentí que era alucinante. Casi no había conocido a ninguna de estas personas antes y es ese instante en el que sientes que ya no estás en la mesa de los niños", relató.
Entre los nuevos fans de la estrella están Jennifer Lawrence y Amy Schumer, así como otra importante actriz. "Kate Winslet me vio y me agarró con gran intensidad y me dijo: ‘Estoy tan emocionada por ti'", recordó Brie. Agregó: "La amé".
Aunque Brie esté ahora en las grandes ligas, ha tenido que sobrepasar muchos obstáculos. Su vida no fue tan glamorosa como su presente.
Habló con Elle sobre el divorcio de sus padres y su tumultuosa relación con su padre, con quien no ha conversado en diez años. "Cuando legalmente no tuve que recibir sus visitas, las evité. De niña intenté comprenderlo y comprender la situación, pero él no se ayudó. No creo que quisiera ser padre. No fue hasta hace poco que me di cuenta de por qué gran parte de mi trabajo fue tan volátil", relató.
Continuó: "Todas las cosas con las que no lidiaba en mi vida actual, toda esta rabia, miedo y vulnerabilidad, y que no me sentía cómoda expresando…
Cuando uno está en público siempre es perfecto y bueno y somos todas chicas agradables, bien vestidas y nos peinamos y nos vestimos con esos disfraces", comentó.
La actriz quizás tenga problemas con las exigencias de la fama. La prensa puede ser brutal, pero algo es seguro: la fama le sienta bien a Brie Larson, que mantiene intacta su humildad.