
El nombre de Juan Carlos Obando no es ajeno a ningún amante de la moda, especialmente en Latinoamérica. El diseñador colombiano se ha vuelto uno de los referentes más importantes del bloque y esto se respalda con su éxito internacional. En el 2014 ganó el CFDA, consiguiendo así el apoyo de la editora Anna Wintour, quien le motivó a viajar para Nueva York. Dentro de su trayectoria destaca también su paso por Ferragamo, donde tuvo la oportunidad de vestir a reconocidas celebridades para la gala del MET.
¿Qué consejo le darías a tu yo al momento que inicia su carrera?
Sé firme en tus ideas. Sé claro en comunicarlas. Sé paciente en tus expectativas.
Actualmente cuenta con un atelier en Los Ángeles, donde opera con un modelo de negocios que ignora las tendencias buscando un estilo más atemporal. Esto ocasiona piezas únicas que cuentan con una historia personal, en lugar de formar parte de una colección. Con diseños atemporales y de producciones inteligentes, el diseñador además garantiza un camino sustentable al no fomentar la sobreproducción.
Pero en días recientes fue evidente un cambio dentro de la marca. Su cuenta de Instagram se reinició, eliminando todo para dar paso a una nueva historia que tiene que ser contada. Con este cambio Juan Carlos Obando incursionó en el e-commerce, lanzando en su página web la posibilidad de compra en línea con entrega internacional. Si bien Estados Unidos es su mercado principal, México le sigue de cerca.
Para Juan Carlos Obando este cambio representa más la consolidación de diversos intereses y la íntima de relación de todos estos en su ejercicio creativo. La fotografía, el diseño de moda, la arquitectura y la dirección de arte convergen en este nuevo sitio, siguiendo con un estilo único, característico del diseñador colombiano.
El sitio web representa además una oportunidad para la marca de mantener una relación directa con el cliente. Este nuevo canal permitirá seguir la personalidad del diseñador y crear una vínculo estrecho e íntimo con las mujeres que gustan de los diseños. Se trata de una etapa basada en emociones y momentos memorables que se plasman en piezas que no obedecen temporadas ni tendencias, producidas de manera responsable e inteligente.
¿Cuál consideras es la relación del mercado latino con la venta digital?
Considero es algo relativamente nuevo. Somos una cultura de emociones táctiles, específicamente en lo que se refiere a la moda. Pero, poco a poco hemos estado evolucionando rápidamente y con el tiempo será un acompañante ideal a las experiencias en vivo. Una debe apoyar a la otra. Una buena experiencia de marca debe viajar por muchos medios, tanto virtuales como reales para contar su historia de una manera globalmente local.
Juan Carlos Obando siempre ha tenido a la mujer como principal musa, diseñando sus piezas siempre pensando en aquella que las portará. Para él, la mujer latina es pasión, color y sentimientos. Es una mujer moderna en sus decisiones en cuanto a moda y no puede ser encasillada en una cosa o tendencia.
La marca no cambia de rumbo, sino que evoluciona para consolidar su filosofía y personalidad. Al navegar por su sitio se descubre un universo totalmente planeado por el diseñador. Desde la presentación de las prendas, las fotos con modelos, los gráficos, paleta de colores y hasta la narrativa. Uno de los puntos más interesantes es encontrarse con una explicación personal de Juan Carlos Obando sobre la historia de la pieza que se contempla.
Una vez más Juan Carlos Obando nos recuerda porqué es una de las caras fuertes de la moda latinoamericana. Desde sus atractivos diseños, procesos sostenibles, un fuerte vínculo con sus mujeres y una increíble capacidad de evolución sobre su misma personalidad. Los movimientos dentro de la marca consolida al diseñador no solo como un importante creativo, sino como un empresario consciente de las necesidades de su mercado.
¿Qué consejo le darías a los diseñadores latinoamericanos que comienzan a empreder?
Que siempre se acuerden que el fan número uno que deben tener son ellos mismos. Que se enfoque en la creación de un producto que no solamente sea visualmente claro pero con una idea basada en intenciones firmes. Que tomen el tiempo requerido a asegurarse que dicho producto sea increíblemente hecho, que dure y que cumpla su función en el cuerpo, ya sea en el algodón más humilde o la seda más costosa.