Stephen Pond/Getty ImagesEl príncipe Carlos siempre quiso tener una hija.
De acuerdo con la princesa Diana, cuando ella estaba embarazada de su segundo hijo, su esposo esperaba (no tan en secreto) que fuera una niña. Pero en vez de eso nació el príncipe Harry en el Hospital St. Mary's en septiembre de 1984. Carlos se sintió "muy decepcionado", aseguró Lady Di y contó que hasta se burló del pelo rojo del bebé.
Quizás ese pudo ser el pesimista recuerdo de una esposa y madre en un matrimonio que no debía ser, porque en una entrevista que Carlos ofreció un par de meses después del nacimiento de Harry, dijo que su bebé era "absolutamente adorable" y aseguró que era "extraordinariamente bueno, dormía maravillosamente y comía muy bien". Asimismo compartió que sentía un poco más relajado esta segunda vez que cuando había nacido su hijo mayor, el príncipe William, dos años atrás.
Todavía mejor, el príncipe de Gales dijo: "Casi tenemos un equipo de polo completo".
Y 34 años después de que Harry llegara a su vida, no hay señales de arrepentimiento de parte de Carlos por haberse convertido en padre de dos hijos.
Además ahora tiene dos nueras y les dio la bienvenida a la familia real con brazos abiertos.
Charles fue quien condujo a Meghan Markle al altar cuando se casó con Harry el pasado 19 de mayo, conmovido por la petición, después de que quedara claro que el padre de Meghan, Thomas Markle, no podría llegar a la ceremonia debido a problemas de salud.
"Se lo pedí y creo que sabía que le tocaría e inmediatamente dijo: 'Sí, por supuesto, haré lo que Meghan necesite, estoy aquí para apoyarlos'", le contó Harry a la BBC en noviembre sobre ese momento. "Para él fue una oportunidad fantástica de poder convertirse en ese apoyo. Él es nuestro padre así que por supuesto que iba a estar ahí para nosotros".
Sobre la esposa de William, Kate Middleton… Ella ya tiene casi ocho años como miembro de la familia real, pero mucho antes de eso se llevaba bien con su suegro. Inclusive cuando William y ella estaban saliendo seriamente, Kate era regularmente incluida en eventos familiares, incluyendo fiestas de cumpleaños y su viaje anual de esquí. Ella visitó en varias ocasiones Clarence House,la residencia de Carlos y Camilla.
"Carlos y Kate siempre se han llevado muy bien", le dijo una fuente al Telegraph recientemente. "Como la madre de sus nietos, por supuesto que él príncipe la adora".
De hecho, al príncipe de Gales le importá tanto el bienestar de Kate que le aconsejó a William en abril de 2007 que terminara con ella si no estaba listo para dar un paso más allá en su relación y comprometerse con su novia.
"William fue con su padre y le dijo: 'Tengo 25, soy demasiado joven como para casarme. Simplemente no quiero comprometerme en este momento'", le contó el biógrafo de la realeza a Daily Star. "Carlos, quien para ese momento apreciaba mucho a Kate, le dijo: 'Sería injusto con ella. Si no te puedes comprometer con ella, deberías terminar".
El propio padre de Carlos, el príncipe Felipe, le ofreció un consejo similar cuando cortejaba a Diana. Para sorpresa de Felipe, Carlos decidió proponerle matrimonio.
Luego se supo que William cortó con Kate (Clarence House no tuvo comentarios al respecto), pero su ruptura fue corta.
"Creo que si sales con alguien por bastante tiempo, se llegan a conocer muy, muy bien", dijo Kate en su entrevista de compromiso en noviembre de 2010. "Pasas por buenos momentos, por malos momentos, tanto personales como dentro de la relación. Creo que si puedes salir fortalecido y aprender cosas de ti mismo, eso ayuda".
La familia de William quedó verdaderamente impresionada en cómo Kate se manejó a lo largo de su cortejo, incluyendo la breve separación y los titulares de "Katie, la que espera" que persistieron. El príncipe de Gales quedó, por supuesto, "deleitado" con el compromiso. Cuando Will y Kate desfilaron como recién casados luego de su boda en el Palacio de Buckingham, el 29 de abril de 2011, lo hicieron en el Aston Martin DB6 Mk II azul de Carlos.
Kate y Carlos ahora se saludan con un familiar beso en las dos mejillas, como lo hacen Meghan y Carlos, a pesar de que la duquesa de Sussex todavía suele ofrecerle una perfectamente adecuada pero innecesaria reverencia, como hizo el lunes en la Abadía de Westminster, cuando la familia se reunió para celebrar el día de la Commonwealth. Antes de casarse, Meghan tenía una lista mucho más larga de personas a las que tenía que ofrecerle reverencias, incluida Kate.
Las cuñadas se saludaron con besos en la mejilla, un signo de afecto que debería bastar para acabar con los rumores de que están peleadas… pero, de nuevo, puede que no.
En diciembre, el Palacio de Kensington tomó el poco común paso de publicar una negativa de que Kate y Meghan habían protagonizado una "explosiva pelea" antes de la boda de Meghan y Harry, momento en que supuestamente Kate le dijo a su futura cuñada que no le diera órdenes a su equipo. "Esto nunca pasó", dijo el palacio.
Aparte de ese poco frecuente suceso, se mantiene la política familiar no oficial, mantenida de generación en generación: "Nunca quejarse, nunca explicar". Si la cara pública del barco necesita mejorar, los esfuerzos ocurrirán detrás de escenas, o a través de los canales legales. O, de manera menos frecuente todavía, limitando el acceso de ciertos miembros de los medios como advertencia de no tomarse demasiadas libertadas con su cobertura.
Esa fue la decisión que el secretario de comunicaciones de Carlos tomó cuando le prohibió al fotógrafo de muchos años The Sun, Arthur Edwards, que asistiera a futuros llamados con Harry y William, esto luego de que el tabloide publicara fotos de William y Kate besándose en unas vacaciones de esquí en 2005.
Y a pesar de que son las opiniones de la reina las que importan por sobre los demás cuando se trata de las decisiones que toma la familia y cómo se reflejan en la corona, Carlos no es exactamente un espectador.
Como heredero del trono, ahora de 70 años, al príncipe no le convienen los escándalos. Pero, al mismo tiempo, habiendo pasado ya por la experiencia de estar en el centro de una tormenta mediática, a veces merecidamente y a veces no, entiende que no siempre es culpa de la persona terminar ahí. A veces es sólo una tormenta perfecta de noticias que llega y… Arrasa.
Meghan Markle ha sido la persona que ha tenido que lidiar con las críticas más recientemente. Al contrario de la princesa Diana o Sarah Ferguson, o La segunda esposa de Carlos, Camilla, Meghan ha tenido que hacerlo con los sabuesos de las redes sociales también persiguiéndola.
Después de haberse casado con Harry (inclusive desde que se confirmara que estaba saliendo con él), la vida de Meghan ha estado bajo el microscopio. Desde que se convirtiera en duquesa de Sussex ha tenido que lidiar con mucha negatividad, desde insultos de viva voz por parte de miembros de su familia ofendidos; un éxodo de los miembros de su personal y una supuesta tensa relación con Kate. El Palacio de Buckingham, Clarence House y el Palacio de Kensington tuvieron que publicar recientemente una guía para los usuarios de Instagram y Twitter que desean dejar comentarios en las varias cuentas de la realeza.
Inevitablemente, cuando una persona llega a la cima, habrá una horda esperando a tumbarla de la punta. La llegada de Meghan a la escena real fue recibida con mucha emoción, incluyendo comparaciones con la princesa Diana al respecto de su palpable encanto e intereses humanitarios. Los escépticos no tuvieron otra opción que sacar sus mejores armas para desestabilizar esas bases.
Pero al contrario de las previas generaciones de esposas, Meghan tiene la ventaja de estar casada con Harry y de tener a Carlos (en el siglo XXI, felizmente casado), como suegro. Porque si hay algo de ni el padre ni el hijo soportarán como espectadores callados es que se repitan los días más oscuros de la monarquía con los tabloides.
Aunque eso puede que no sea cierto todo el tiempo.
Robert Jobson, biógrafo real, dijo en enero en el show matutino australiano, Sunrise, que frente a las inevitables noticias sobre la supuesta disputa entre Kate y Meghan, Carlos repartió varias reprimendas en Sandringham durante Navidad. Se pudo notar sus esfuerzos por lograr la reconciliación "en esas fotos de todos caminando juntos formados".
William, Kate, Meghan y Harry salieron caminando juntos a la iglesia, con Charles ligeramente delante de ellos en el fondo. "Parecía como si los hubiesen obligado a estar formados, honestamente", agregó Jobson.
¿Mencionamos que las nueras de Charles se han convertido casi en unas hijas para él?
Tal como lo hace un padre, se sospecha que el príncipe de Gales intervino para que sus hijas dejaran de pelear y terminaran haciendo un espectáculo. ("Espectáculo" usado como palabra subjetiva porque nadie las ha visto más que actuar amistosamente entre ellas).
Pero durante la mayoría de las veces, parece que Carlos prefiere pasar su tiempo (aunque no exactamente como un papá cool) como un tipo empático y divertido. Él y sus hijos son "más cercanos que nunca", le dijeron unas fuente a The Telegraph este mes, y supuestamente cada vez pasa más tiempo con sus nietos más grandes, el príncipe George de 5 años y la princesa Charlotte de 3. Ese es un buen panorama para el príncipe Louis de casi un año y el bebé Sussex, que está por nacer.
Se dice que el cerebral Carlos también se tomó la libertad de ser mentor de Meghan sobre la rica herencia cultural de la familia. Sus intereses en el arte, la música, la arquitectura y la historia lo ayudaron a romper el hielo cuando Harry le presentó a Meghan por primera vez. (Al principio, Meghan dijo que la familia de Harry era "maravillosa" y que la habían hecho sentir "no sólo como parte de la institución sino como parte de la familia").
"La duquesa ha demostrado un genuino interés en aprender más de la historia de la familia con la que se casó y su suegro se ha complacido en impartirle algo de su conocimiento", agregó una fuente de la familia.
Meghan también ayudó a acercar a Carlos y Harry después de que supuestamente tuvieran un difícil agosto de 2017 (ellos y también William), en medio de la interminable serie de tributos a la princesa Diana con motivo del vigésimo aniversario de su muerte, el 31 de agosto de 2017. Los innumerables homenajes afectaron emocionalmente a la familia, en medio de las peticiones de hablar sobre su madre y cómo fue perderla a la edad de 15 y 12 años.
A pesar de que la reputación de Carlos ha mejorado (en gran parte debido a lo buenos que han resultado William y Harry), el príncipe de Gales nunca sale demasiado bien parado cuando se discuten los eventos que llevaron al fin de su matrimonio con Diana y los días que siguieron a su muerte. Sin embargo, la historia completa parece dejar en claro que siempre fue un padre cariñoso antes y después de convertirse en soltero, y que estuvo lo más presente posible para unos chicos educados en internados. Después de que Diana muriera, Carlos se llevó a Harry y William a Highgrove, su propiedad en el campo.
Meghan —plagada de problemas con su propio padre, quien desde que se perdiera de su boda parece contribuir constantemente con su alejamiento— le aconsejó a Harry que "cuidara al amoroso padre que le queda", según le dijo una fuente a The Telegraph.
Quizás Meghan tuvo algo que ver con que Harry mencionara a su padre en el documental de la BBC de 2017, Diana, 7 Days, donde recordó: "Él estuvo ahí para nosotros, fue el que quedó de los dos, intentó hacerlo lo mejor que pudo para asegurarse de que nos cuidaran y nos protegieran". (Esa fue la única vez que Harry o William dijeron algo de él durante sus varias entrevistas sobre su madre ese año, a pesar de que lo atentos que están a mantener su privacidad siempre los mantiene enfocados en el tópico. Ellos no serán quienes dejen que la conversación se vaya a otros lugares).
Ese diciembre, un mes después de que se anunciara el compromiso entre Harry y Meghan, la reina flexibilizó su regla de "sólo miembros de la realeza" y le permitió a su nieto que llevara a su prometida a las varias festividades navideñas, comenzando con la fiesta anual de empleados en el Castillo de Windsor. Luego, el 20 de diciembre, fue a un almuerzo en el Palacio de Buckingham, donde Meghan conoció a la mayoría de la realeza por primera vez. Meghan se sentó entre el príncipe Carlos y el primo de Harry, Peter Phillips, hijo de la princesa Anne. (Ese fue el almuerzo en que la princesa Michael de Kent usó un broche racista, pero todo lo demás salió en orden).
Luego, en medio de las festividades navideñas en Sandringham, Harry y Meghan aceptaron una invitación para quedarse con William y Kate en su casa de campo en Anmer Hall. (La reina sólo permite que las parejas pasen la noche bajo su techo si están casadas). Siguiendo la corriente de que la realeza sólo se da regalos navideños curiosos y baratos, Meghan le llevó a la reina un hámster de juguete que cantaba, pero los corgis de su majestad confundieron el regalo y pensaron que era suyo.
Un par de días después, el 27 de diciembre, Harry fue editor invitado del programa Today, de la BBC Radio 4. Entre los invitados que llevó para hablar de los temas importantes del día estuvo su padre, quien dijo que Harry era "un muchacho querido". Después de que Carlos bromeara que era "maravilloso" que su hijo finalmente escuchara lo que tenía que decir, Harry respondió: "Sí termino aprovechándome mucho de tus conocimientos, ahora más que nunca antes".
Es suficiente decir que el príncipe Carlos se emocionó cuando su hijo encontró a la mujer con quien quería pasar el resto de su vida. Tampoco pudo evitar estar extracomplacido cuando descubrió que tenía intereses en común con Meghan.
"Lleno de alegría" y "emocionado" (palabras con las que definió qué sentían él y Camilla cuando Kate se embarazó por primera vez) no bastan para describir los sentimientos de Carlos sobre ser un abuelo. Carlos se ha comprometido por completo con ese nuevo papel, que lo ha hecho recordar la relación especial que compartía con la reina Madre.
De acuerdo con el libro de Penny Junor, Prince William: The Man Who Will Be King, Carlos le preguntó al círculo de damas en Gales si tenían algunos consejos sobre ser abuelo. Él reconoció que le dijeron: "La cosa más grande es darles ánimos. Mostrarles cosas en las que interesarse. Mi abuela hizo eso, fue maravillosa".
"Maravilloso, absolutamente maravilloso", fue como describió al príncipe George después de conocer a su primer nieto. A pesar de que sus visitas no eran tan frecuentes, unas fuentes le dijeron a Vanity Fair el año pasado que Carlos hacía un "gran esfuerzo" por pasar más tiempo con su familia en crecimiento.
Una fuente dijo: "Carlos está muy feliz con la vida en este momento. Adora a los bebés y se complace haciéndoles cosquillas en los pies. No puede esperar a que venga uno más".
Esa no será una larga espera. Tal como Kate se ha acercado al príncipe William desde que ella y William se convirtieran en padres, así lo hará Meghan cuando ella y Harry tengan su propia familia. Esos vínculos harán que la familia real se fortalezca, después de todo.